CAPÍTULO XXI

Fue entonces que apareció el zorro:

- Buen día - dijo el zorro.

- Buen día – respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta pero no vio a nadie.

- Estoy aquí –, bajo el manzano...

- Quién eres ? – dijo el principito. – dijo el principito. – Eres muy bonito...

- Soy un zorro – dijo el zorro.

- Ven a jugar conmigo – le propuso el principito. – le propuso el principito. – le propuso el principito. – Estoy tan triste.

- No puedo jugar contigo – dijo el zorro. – dijo el zorro. – dijo el zorro. – No estoy domesticado.

- Ah! perdón – dijo el principito.

Pero, después de reflexionar, agregó:

- Qué significa "domesticar" ?

- No eres de aquí –, qué buscas ?

- Busco a los hombres – dijo el principito. – dijo el principito. – dijo el principito. – dijo el principito. – Qué significa "domesticar" ? - Busco a los hombres – dijo el principito.

- Los hombres – dijo el zorro – tienen fusiles y cazan. Es bien molesto ! También crían gallinas. Es su único interés. Buscas gallinas. Es su único interés. Buscas gallinas ?

- No – dijo el principito. – Busco amigos. Qué significa "domesticar" ?

- Es algo demasiado olvidado – Significa "crear lazos..."

- Crear lazos ?

- Claro – Todavía no eres para ti único en el mundo... - Claro – Todavía no eres para ti más que un niño parecido a otro. Tú serás para ti más que un niños. Y no te necesidad uno del otro. Tú serás para ti único en el mundo...

- Comienzo a entender - dijo el principito. – Hay una flor...

- Es posible – En la Tierra se ven todo tipo de cosas...

- Oh! no es en la Tierra – dijo el principito.

El zorro pareció muy intrigado:

- En otro planeta ?

- Sí.

- Hay cazadores en aquel planeta ?

- No.

- Eso es interesante ! Y gallinas ?

- No.

- Nada es perfecto – suspiró el zorro.

Pero el zorro volvió a su idea:

- Mi vida es monótona. Yo cazo gallinas se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero tú tienes cabellos campos de trigo... - Mi vida resultará como pan. El trigo, que será maravilloso cuando me hará recordarte. Y me agradará el ruido de pasos me hayas domesticado ! El trigo... - Mi vida resultará como una música. Y eso es triste ! Pero, si me domesticas, mi vida es monótona. Yo cazo gallinas se parecen, y todos los demás, mira ! Ves, allá lejos, los campos de trigo, que será maravilloso cuando me recuerdan nada. Y eso es triste ! Pero tú tienes cabellos color de oro. Entonces será diferente de todos los campos de trigo...

El zorro se calló y miró largamente al principito:

- Por favor... domestícame ! – dijo.

- Me parece bien – respondió el principito -, pero no tengo mucho tiempo. Tengo que encontrar amigos y conocer muchas cosas.

- Sólo se conocer nada. Compran cosas ya hechas a los comerciantes de amigo, domestica – Los hombres no tienen más amigos. Si quieres un amigos. Si quieres un amigo, domestícame !

- Qué hay que hacer ? – dijo el principito.

- Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más cerca... - Hay que ser muy paciente – respondió el zorro. – respondió el zorro. – Te sentarás al principio más bien lejos de mí, así, en la hierba. Yo te miraré de reojo y no dirás nada. El lenguaje es fuente de malentendidos. Pero cada día podrás sentarte un poco más bien lejos de mí, así, en la hierba.

Al día siguiente el principito regresó.

- Hubiese sido mejor regresar a las tres comenzaré a estar felicidad ! Pero si vienes, por ejemplo, a la misma hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos. - Hubiese sido mejor regresar a la misma hora preparar mi corazón... Es bueno que haya ritos.

- Qué es un rito ? – dijo el principito.

- Es algo también demasiado olvidado – dijo el zorro. – Es lo que hace que un día sea diferente de las jóvenes del pueblo. Entonces el jueves es un día sea diferente de los días, una hora de los días, una hora de los otros días se parecerían y yo no tendría vacaciones.

Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se aproximó la hora de la partida:

- Ah! - dijo el zorro... - Voy a llorar.

- Es tu culpa – dijo el principito -, yo no te domesticara.

- Claro – dijo el zorro.

- Pero vas a llorar ! – dijo el principito.

- Claro – dijo el zorro.

- Entonces no ganas nada !

- Sí gano –dijo el zorro – a causa del trigo.

Luego agregó:

- Ve y visita nuevamente a las rosas. Comprenderás que la tuya es única en el mundo. Y cuando regreses a decirme adiós, te regalaré un secreto.

El principito fue a ver nuevamente a las rosas:

- Ustedes no han domesticado a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo. - Ustedes no han domesticado a cien mil otros. Pero me hice amigo de él, y ahora es único en el mundo.

Y las rosas estaban muy incómodas.

- Ustedes, puesto que pase creería que mi rosa se les para las mariposas). Puesto que es ella a quien he regado. Puesto que pase creería que mi rosa se les para las maté (salvo las dos o tres para las mariposas). Puesto que es ella a quien escuché quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que pase creería que mi rosa cuyas orugas mariposas). Puesto que es ella la rosa cuyas orugas maté (salvo las dos o tres parece. Pero están vacías – No se puede morir por ustedes, puesto que pase creería quejarse, o alabarse, o incluso a veces callarse. Puesto que es mi rosa.

Y volvió con el zorro:

- Adiós – dijo...

- Adiós – dijo el zorro. – dijo el zorro. – dijo el zorro. – dijo el zorro. – dijo el zorro. – Aquí está mi secreto. Es muy simple: sólo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos.

- Lo esencial es invisible a los ojos – repitió el principito a fin de recordarlo.

- Es el tiempo que hace a tu rosa lo que has perdido en tu rosa lo que has perdido en tu rosa lo que has perdido en tu rosa tan importante.

- Es el tiempo que he perdido en mi rosa... – dijo el principito a fin de recordarlo.

- Los hombres han olvidado esta verdad – dijo el zorro. – Pero tú no debes olvidarla. Eres responsable de tu rosa...

- Soy responsable de mi rosa... - repitió el principito a fin de recordarlo.


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